Alrededor del 8 porciento de la población vive en áreas rurales, en aldeas y en dos marcos cooperativos singulares, el kibutz y el moshav, que se desarrollaron en el país a comienzos del siglo XX.
Aldeas de diversos tamaños son habitadas por árabes y drusos, que constituyen un 1,6 porciento de la población de Israel. La tierra y las casas son de propiedad privada y los campesinos cultivan y venden sus productos en forma individual. Una minoría dentro del sector árabe, los beduinos (estimados en 170.000) actualmente están pasando un proceso de urbanización que refleja la transición de una sociedad tradicional a un modo de vida moderno y sedentario.
El kibutz es una unidad social y económica autosuficiente en la que las decisiones son adoptadas por la asamblea general de sus miembros y la propiedad y los medios de producción son de pertenencia comunal. Hoy en día el 1,7 porciento de la población vive en 266 kibutzim. Los miembros trabajan en las diversas ramas de la economía del kibutz: Siendo tradicionalmente la columna vertebral de la agricultura israelí, los kibutzim se dedican ahora cada vez más a la industria, el turismo y los servicios.
El moshav es un asentamiento rural en el que cada familia mantiene su propia granja y hogar. En el pasado la cooperación se extendía a las compras y el mercadeo; en la actualidad, los agricultores de los moshavim han elegido ser más independientes económicamente. Los aproximadamente 451 moshavim y moshavim shitufiim con un promedio de 60 familias cada uno, comprenden alrededor del 3,4% de la población del país y abastecen una gran parte de la producción agropecuaria de Israel.
El yishuv kehilatí (asentamiento comunitario) es una nueva forma de asentamiento rural; en cada una de las 120 comunidades existentes viven cientos de familias. Si bien la vida económica de cada familia es completamente independiente y la mayoría de los miembros trabajan fuera de la comunidad, el nivel de participación voluntaria de los miembros en la vida comunitaria es muy alto. La institución central es la Asamblea General, formada por los jefes de cada familia, que establece y aprueba el presupuesto de la comunidad en su reunión anual. Además de las comisiones de administración y supervisión, algunos grupos de trabajo se dedican a áreas tales como educación, cultura, juventud, finanzas y otros. Una secretaría a sueldo maneja los asuntos cotidianos de la comunidad de acuerdo con las decisiones de los cuerpos electos. Los nuevos miembros son aceptados únicamente bajo aprobación de la comunidad.
Aldeas de diversos tamaños son habitadas por árabes y drusos, que constituyen un 1,6 porciento de la población de Israel. La tierra y las casas son de propiedad privada y los campesinos cultivan y venden sus productos en forma individual. Una minoría dentro del sector árabe, los beduinos (estimados en 170.000) actualmente están pasando un proceso de urbanización que refleja la transición de una sociedad tradicional a un modo de vida moderno y sedentario.
El kibutz es una unidad social y económica autosuficiente en la que las decisiones son adoptadas por la asamblea general de sus miembros y la propiedad y los medios de producción son de pertenencia comunal. Hoy en día el 1,7 porciento de la población vive en 266 kibutzim. Los miembros trabajan en las diversas ramas de la economía del kibutz: Siendo tradicionalmente la columna vertebral de la agricultura israelí, los kibutzim se dedican ahora cada vez más a la industria, el turismo y los servicios.
El moshav es un asentamiento rural en el que cada familia mantiene su propia granja y hogar. En el pasado la cooperación se extendía a las compras y el mercadeo; en la actualidad, los agricultores de los moshavim han elegido ser más independientes económicamente. Los aproximadamente 451 moshavim y moshavim shitufiim con un promedio de 60 familias cada uno, comprenden alrededor del 3,4% de la población del país y abastecen una gran parte de la producción agropecuaria de Israel.
El yishuv kehilatí (asentamiento comunitario) es una nueva forma de asentamiento rural; en cada una de las 120 comunidades existentes viven cientos de familias. Si bien la vida económica de cada familia es completamente independiente y la mayoría de los miembros trabajan fuera de la comunidad, el nivel de participación voluntaria de los miembros en la vida comunitaria es muy alto. La institución central es la Asamblea General, formada por los jefes de cada familia, que establece y aprueba el presupuesto de la comunidad en su reunión anual. Además de las comisiones de administración y supervisión, algunos grupos de trabajo se dedican a áreas tales como educación, cultura, juventud, finanzas y otros. Una secretaría a sueldo maneja los asuntos cotidianos de la comunidad de acuerdo con las decisiones de los cuerpos electos. Los nuevos miembros son aceptados únicamente bajo aprobación de la comunidad.
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